Un itinerario fuera de los clásicos, para visitar el Papa Francisco recién fallecido y los Papas enterrados fuera del Vaticano.
Papa Francisco ahora está en el lugar donde decidió ser enterrado, la Basílica de Santa María la Mayor, donde a partir de hoy domingo, los fieles lo pueden visitar y darle su homenaje.
El Papa Francisco, en una entrevista televisiva a Valentina Alazraki del canal mexicano Televisa, reveló que ya tiene preparada su tumba en la Basílica de Santa María la Mayor, un anuncio que llegó como una sorpresa, pero que es parte de una tradición milenaria de entierros papales fuera de las Grutas Vaticanas.
Francisco y los Papas enterrados fuera del Vaticano
La elección de Santa María la Mayor rompe con la costumbre del siglo XX, que veía a los Papas ser enterrados en las Grutas Vaticanas, con algunas excepciones como los santos Pío X, Juan XXIII y Juan Pablo II, que luego fueron trasladados a la Basílica de San Pedro. Sin embargo, la historia de los entierros papales es variada e incluye varias basílicas romanas.
La Basílica de San Juan de Letrán, catedral del obispo de Roma, alberga los restos de 22 papas, incluido León XIII, el último pontífice que no fue enterrado en el Vaticano. Su predecesor, el beato Pío IX, también descansa fuera del Vaticano, en la Basílica de San Lorenzo Extramuros, junto a otros cuatro papas.
La Basílica de San Pablo Extramuros, aunque contiene los retratos de todos los sucesores de San Pedro, alberga únicamente las tumbas de San Félix III y Juan XIII. Otros papas están enterrados en varias iglesias romanas, como Clemente XIV en la Basílica de los Santos XII Apóstoles y Benedicto XIII en la Basílica de Santa María sopra Minerva.
Santa María la Mayor, elegida por Francisco, es ya el lugar de sepultura de cinco de sus predecesores: Pío V, Sixto V, Clemente VIII, Pablo V y Clemente IX. La decisión del Papa de ser enterrado en esta basílica reafirma un vínculo con la historia y una continuidad con sus predecesores, al tiempo que subraya su humildad y su deseo de permanecer cerca del pueblo de Roma, incluso después de la muerte. La elección de un lugar distinto de las Grutas Vaticanas representa por tanto una elección personal de Francisco, que quiere reconectarse con una parte de la historia papal.
